Beneficios del porteo

El porteo es una práctica ancestral (¡una de las más antiguas de la especie humana!) que se está recuperando por todo Occidente.

Como el nombre indica, se trata de un sistema de transporte que permite un contacto continuado y ergonómico entre el adulto y el bebé – es decir, respetando la fisiología y la posición natural de ambos.

Para los peques, ser porteados aporta una larga lista de ventajas, pero los papás también pueden beneficiarse bastante de esta práctica.

¿Os gustaría saber más? ¡Preparaos para sorprenderos!

Beneficios para el bebé

Aporta seguridad y tranquilidad.
Al estar en contacto directo con sus padres, el bebé se siente protegido, lo que refuerza su confianza y autoestima. Además, el contacto con el porteador también le ayuda a conocer e integrarse en el mundo que lo rodea de forma segura y confiada.
Mejora la calidad del sueño.
Un bebé tranquilo, que se siente protegido, concilia el sueño con más facilidad. Las fases del sueño también se vuelven más regulares y estables, lo que se traduce en un mayor descanso para todos, ¡papás incluidos!
Favorece el desarrollo psicomotor.
El contacto con los padres hace que su cuerpo pueda trabajar la motricidad y el equilibrio, siendo conscientes de su centro de gravedad. Portear ergonómicamente, con la espalda en forma de “C” y las piernas en “M”, le ayuda a mantener una postura adecuada, así como un correcto desarrollo de la columna vertebral y de la articulación de la cadera.
Sincroniza sus ritmos vitales.
Al estar en contacto con el porteador, el bebé logra estabilizar su ritmo cardiaco, desarrollar su patrón respiratorio, y termo regular su temperatura corporal, que se adapta a la de su padre/madre, lo que se conoce como sinergia térmica.
Facilita la digestión.
El porteo, sobre todo en posición ergonómica, debido al calor corporal y al movimiento, ayuda a la función intestinal y a la expulsión de gases, alivia el dolor de tripa, el reflujo gastroesofágico y disminuye la probabilidad de sufrir cólicos. Para los papás que temen el estreñimiento, esta práctica puede ser bastante beneficiosa, así como los masajes en la barriguita o la toma de probióticos como Lactobacillus reuteri DSM 17938.

Beneficios para los papás

Disminuye el riesgo de depresión postparto.
Según un estudio de la Universidad de St. Francis Xavier, el porteo es un gesto de confianza que facilita la transición a la maternidad, ayuda a construir el vínculo mamá-bebé, y mejora el bienestar mental de la madre, disminuyendo el riesgo de depresión.
Facilita la lactancia.
El porteo favorece la alimentación del bebé, ya que le permite empezar a mamar de manera espontánea, y a la madre de hacerlo de forma cómoda. Además, el contacto físico, sobre todo “piel con piel” también pone en marcha la secreción de oxitocina y prolactina, hormonas que favorecen la lactancia.
Aporta confianza.
Los padres que llevan a sus bebés pegados a sus cuerpos se sienten más seguros de que pueden reconocer rápidamente cualquier necesidad o problema, así como comprender señales de aceptación o rechazo.
Fortalece el vínculo y los lazos familiares.
El porteo, al incentivar el contacto entre portador y bebé, ayuda a establecer una relación de apego seguro y confianza mutua. Es una práctica que promueve el vínculo afectivo, que es fundamental para el desarrollo saludable de las relaciones familiares y, sobre todo, para el correcto desarrollo neurológico del bebé. El bebé controla los estímulos externos que recibe desde un hábitat conocido, el pecho de su mamá o papá.

En definitiva, el porteo facilita la transición de la vida intrauterina al exterior, siendo una técnica muy ventajosa para bebés y papás.
¿Os sentís animados a probarlo?

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