La lactancia materna es un momento único y especial en la vida de una madre, lleno de emociones, desafíos y descubrimientos. Para muchas madres -especialmente las primerizas- este periodo puede estar lleno de dudas y preocupaciones. No obstante, con la información y preparación adecuadas, la lactancia puede convertirse en una experiencia enriquecedora y placentera.
En nuestro último #ExpertoalHabla estuvimos conversando con Rocío García-Viso, matrona y asistente de Lactancia Materna. Pudimos vivir un directo con muchísima información útil para que las mamás puedan desarrollar un periodo de lactancia con éxito y desde la calma.
Sigue leyendo para descubrir las múltiples ventajas que la lactancia ofrece no solo para el bebé, sino también para la madre y la familia en general. Esperamos que puedas vivir una lactancia tranquila y disfrutar de este hermoso proceso. Recuerda, la decisión final siempre estará en tus manos.
La leche materna es la mejor opción de alimentación para los recién nacidos, ya que está perfectamente adaptada a sus necesidades nutricionales y digestivas. Es un alimento natural, diseñado para proporcionar todos los nutrientes esenciales que el bebé necesita durante sus primeros meses de vida.
• Adecuada y natural: La leche materna es el alimento ideal para el bebé, adaptándose a sus necesidades en cada etapa de crecimiento.
• Proporciona nutrientes esenciales: Es rica en proteínas, vitaminas, minerales e inmunoglobulinas, fundamentales para el desarrollo del bebé.
• Perfectamente adaptada a la digestión del bebé: Su composición cambia durante la toma para asegurar que el bebé reciba lo que necesita en cada momento.
• Alimentación exclusiva: Se recomienda alimentar al bebé exclusivamente con leche materna hasta los 6 meses.
• Complementación progresiva: A partir de los 6 meses, se pueden introducir otros alimentos, manteniendo la lactancia hasta los 2 años o más.
• Calostro: Es la leche producida en los primeros días después del parto. Aunque es en menor cantidad, es rica en proteínas y anticuerpos, suficiente para el pequeño estómago del recién nacido.
• Leche madura: Varía su composición durante la toma. Al inicio es más líquida para calmar la sed, mientras que al final es más grasa, proporcionando saciedad al bebé. La succión del bebé juega un papel clave en la cantidad y composición de la leche.
La lactancia materna tiene numerosos beneficios que van más allá de la nutrición básica, afectando positivamente tanto al bebé como a la madre.
• Favorece el crecimiento y desarrollo: Proporciona todos los nutrientes esenciales para el crecimiento saludable.
• Protege contra enfermedades: La leche materna contiene anticuerpos que protegen al bebé de infecciones.
• Disminuye problemas inmunológicos: Reduce el riesgo de desarrollar alergias y enfermedades autoinmunes.
• Previene enfermedades en la adultez: Estudios han demostrado que la lactancia puede disminuir el riesgo de obesidad y diabetes en la vida adulta.
• Ayuda a la recuperación posparto: Favorece la contracción del útero, ayudando a reducir el sangrado postparto.
• Mejora la anemia: La lactancia ayuda a reducir el riesgo de anemia postparto.
• Favorece la recuperación del peso y la silueta: Ayuda a quemar calorías y facilita la recuperación del peso anterior al embarazo.
• Disminuye el riesgo de cáncer: Reduce el riesgo de cáncer de mama premenopáusico y cáncer de ovario.
• Desarrolla un vínculo afectivo: La lactancia es un momento de cercanía y conexión que fortalece el vínculo entre madre e hijo.
• Proporciona consuelo y seguridad: Además de nutrir, la lactancia ofrece consuelo y una sensación de seguridad al bebé.
• Reducción de costos médicos: Al mejorar la salud del bebé y la madre, se disminuye la necesidad de consultas médicas y medicamentos.
Para muchas madres, la lactancia no es solo una tarea biológica, sino un acto deseado y gratificante. Aquí algunos factores clave y consejos que te ayudarán a lograr una lactancia exitosa:
• Contacto precoz: Colocar al bebé sobre el pecho inmediatamente después de nacer favorece la vinculación y el inicio de la lactancia. Establece un buen reflejo de succión en el bebé.
• Regulación de la leche: La producción de leche está regulada por la succión del bebé. Cuanto más frecuente sea la toma, mayor será la cantidad de leche producida.
• Alojamiento conjunto: Mantente con tu bebé el mayor tiempo posible. Esto no solo mejora el sueño de ambos, sino que también facilita el reconocimiento de las demandas del bebé.
• Frecuencia de las tomas: Ofrece el pecho con frecuencia, especialmente si el bebé no muestra interés por mamar. Es importante que mame al menos 8 veces al día para una buena subida de leche.
El éxito de la lactancia no solo depende de la frecuencia de las tomas, sino también de las técnicas y cuidados que apliques.
• Cuidado de las mamas: Si tienes pezones planos o invertidos, esto no contraindica la lactancia, pero puede requerir asesoramiento. La ducha diaria es suficiente para mantener la higiene, y no es necesario limpiar los pezones antes o después de las tomas. Evita el uso de cremas y productos químicos en el pezón.
• El agarre: El correcto agarre del bebé al pecho es crucial para evitar dolor y asegurar que el bebé esté recibiendo suficiente leche. Asegúrate de que el bebé abra bien la boca y que su labio inferior abarque la mayor parte de la areola.
• Posturas para la lactancia: Existen diferentes posturas para amamantar, como la postura biológica, la postura sentada y la postura acostada, cada una con sus ventajas. Es importante encontrar la que sea más cómoda para ti y tu bebé.
A veces, pueden surgir problemas durante la lactancia que pueden hacer que la experiencia sea desafiante. Aquí te damos soluciones a algunos de los problemas más comunes:
• Pechos congestionados: Esto puede ocurrir entre el 3º y 5º día de la subida de leche. Amamantar con frecuencia, aplicar calor húmedo antes de la toma y frío seco después puede aliviar la congestión.
• Pezones dolorosos y grietas: Un correcto agarre y postura pueden prevenir las grietas. Aplicar leche materna o lanolina en el pezón después de la toma puede ayudar en la cicatrización.
• Obstrucción de conducto: Si sientes un bulto hinchado y doloroso en el pecho, amamantar en posiciones donde la barbilla del bebé esté cerca del bulto y aplicar calor puede ayudar a desobstruir el conducto.
• Mastitis: Esta infección requiere atención médica. Continúa amamantando y consulta a un profesional de la salud para un tratamiento adecuado.
En algunos casos, es necesario extraer y conservar la leche materna, ya sea porque la madre debe ausentarse o porque se necesita aumentar la producción.
• Preparación y técnicas de extracción: Lávate bien las manos antes de manipular el pecho. Puedes extraer leche manualmente o utilizando un sacaleches. Es recomendable vaciar el pecho que el bebé no ha terminado o cuando se salta una toma.
• Conservación de la leche extraída: La leche materna puede conservarse a temperatura ambiente hasta 8 horas, en la nevera hasta 4 días y en el congelador por períodos más largos. Es importante etiquetar la leche con la fecha de extracción y descongelarla correctamente antes de usarla.
La lactancia materna es un viaje lleno de aprendizaje y amor. Con la información adecuada y el apoyo necesario, puedes superar cualquier obstáculo y disfrutar de este hermoso proceso. Recuerda que cada madre y cada bebé son únicos, y lo más importante es encontrar lo que funciona mejor para ambos. ¡Disfruta cada momento!
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